En una carta pública, doscientas personas defensoras y diversas organizaciones de derechos humanos - entre ellas la FIDH y la OMCT, en el marco del Observatorio para la Protección de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos - junto con redes y colectivas de México, América Latina y otras regiones del mundo, solicitaron a la presidenta Claudia Sheinbaum la liberación inmediata de la defensora amuzga Kenia Hernández Montalván, quien lleva cinco años encarcelada.
4 de diciembre de 2025.
Dra. Claudia Sheimbaum Pardo
Presidenta Constitucional de la República Mexicana
PRESENTE
Distinguida Presidenta, reciba un cordial saludo de las 200 personas defensoras de derechos humanos, movimientos, colectivos, organizaciones mexicanas e internacionales que suscribimos esta carta.
Nos dirigimos a Usted, en calidad de máxima representante de la soberanía popular en México, luego de que el pasado 18 de octubre se cumplieran cinco años desde de la injusta detención y encarcelamiento de la defensora amuzga Kenia Hernández Montalván. Desde su detención y hasta el día de hoy han sido 61 meses de interrupción forzada de la imprescindible labor que venía llevando a cabo Kenia acompañando a sobrevivientes de violencia machista, defendiendo la tierra, el territorio, los pueblos originarios o los derechos de las personas injustamente privadas de su libertad. Han pasado 1870 días desde que sus hijos menores de edad fueron privados de su presencia y cuidados, y 56 días desde que, el pasado 7 de septiembre, falleciera su madre, Ynés Montalván Herrera, sin que a la defensora le fuera permitido acudir al funeral a despedirse de ella y abrazar a sus hijos, que acababan de perder a su abuela y principal cuidadora
Durante estos cinco años, la defensora ha enfrentado un ensañamiento judicial particularmente grave con 11 procesos penales por delitos fabricados en diferentes estados de la República. En dos de ellos ha sido condenada a más de 21 años de prisión y se han sobreseído tres de las causas acumuladas en su contra por el delito de ataques contra las vías generales de comunicación.
En este periodo, múltiples organizaciones hemos denunciado que el caso de Kenia Hernández ha estado marcado por un uso indebido del derecho penal en su contra. Estas afirmaciones se basan en la ausencia de fundamento para condenarla, las irregularidades y arbitrariedades durante los procesos judiciales que se han desarrollado en su contra (entre otras, se le ha negado la participación presencial en sus audiencias, el derecho a la interpretación en idioma amuzgo y, además, se ha impedido de manera reiterada las visitas de su familia, equipo jurídico y organizaciones que la apoyan).
Todo ello, unido a las condiciones en las que ha permanecido privada de libertad, ha llevado a la abogada amuzga a realizar dos huelgas de hambre, la primera el 17 de mayo de 2021, que duró 21 días y la segunda el 17 de octubre de 2021, que mantuvo durante 61 días. Estas acciones de protesta, además han profundizado su situación de vulnerabilidad y riesgo.
Cabe señalar que se ha instado reiteradamente a la Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) a llegar a un acuerdo reparatorio sin que hasta el momento se haya concretado.
Recordamos también que, en enero del año en curso, Joel Hernández, hijo de la defensora, le hizo entrega de una carta sobre el caso y le solicitó su revisión para lograr la liberación de su madre, petición que Usted se comprometió a revisar.
Señora Presidenta, a más de cinco años del injusto encarcelamiento de Kenia, es urgente hacer tangible y efectivo el compromiso que usted ha adquirido con el pueblo mexicano para seguir avanzando en la transformación del país, en particular con relación a aquellas situaciones de violencias y discriminación que reproducen patrones históricos de persecución y ensañamiento contra los pueblos indígenas y, especialmente, contra las mujeres.
Hoy, quienes suscribimos la presente carta alertamos que cada día se sigue agravando la injusticia, la crueldad, la inhumanidad y continúan acumulándose los impactos y daños irreparables para la defensora amuzga, su familia, su colectivo y todas las personas y procesos que acompaña. ¡Es tiempo ya!
¡Libertad para Kenia YA!
